Por Esto!Rigel Solís Rodríguez
Estas chicas están guapísimas pero son algo raras. Si entendemos lo normal como lo más repetible y común, definitivamente ellas no lo son. Odian lo banal de la gente fresa que cree que por tener más cosas y de mejores marcas aventajan a los demás. Conscientes de su atractivo físico y su apertura intelectual aceptan sin complejos aquello de raras, frikis o lo que la moralina sociedad invente para señalarlas y pretender marginarlas.
—Lo fresa y pendejo se quita— repetía Gelsomina a Cristina, quien románticamente se cagaba por Sebastián. Aquel, era todo un metrosexual, galán bien vestido y ligador de las chavas más buenas en las discotecas de moda, generoso siempre en lo que invitar y regalar hiciera falta.
—Algunos nacen con los ojos vendados, los mal educan los medios mercantiles —Cristina sacaba lo mejor de su pesimismo.
—Pero el chiste es que todos pueden quitarse la venda con ayuda de buenos libros, cine, teatro, música y demás formas que tiene el hombre para expresarse y que no es otra cosa que culturizarse mediante el arte. Invítalo a El Cinito.
—Pero si la gente sabe que en la ciudad la cultura y el arte se hallan hasta debajo de las piedras, nomás no le da la gana de abrir su mente y expandir su espíritu. Les da hueva leer la sección cultural del periódico, ir al teatro o una sala de conciertos, y prefieren ir al multicinema del mall porque les da caché, y luego salen comentando la última superproducción de Hollywood, calificándola como la máxima chingonería por la onda tridimensional y los buenísimos efectos especiales.
—¡Andale! Con una vez que vaya chance se le mete el gusanito y empieza a buscar propuestas de entretenimiento de contenido. Además, es una obligación moral abrir cuando menos un par de ojos, liberar al menos una conciencia y desapendejar mínimo a un cabrón para tratar de mejorar este mundo. Y el cine es una magnífica oportunidad.
—¿Ya viste la programación de este mes del Cinito?
—Sí. De hecho ayer presentaron toda la del primer trimestre. Se ve buenísima. Mira, como sabes, es todos los martes y jueves a las ocho de la noche, ahí en El Teatrito, esquina de la 25 con 14 de Chuburná. Ni siquiera está en el centro, ya ves que los popof se enronchan si se juntan con los huiros del centro histérico.
—¿Pero qué van a pasar?
—En enero, las primeras de Fellini y la trilogía Qatsi.
—Uuuy, eso pinta buenísimo, porque todo mundo habla de Fellini a partir de La Dolce Vita, pero es muy interesante ver su obra anterior. Y la trilogía Qatsi, de Godfrey Reggio, he oído que es todo un viaje audiovisual y espiritual con música de Philip Glass. ¿Y en febrero?
—¡Aaah... el amor! Pero ya sabritas que son papitas, nada que ver con las cursilerías melosas de las bobísimas comedias románticas. Van a poner películas de todo el mundo sobre amores inusuales. Para que te des un quemón, hay una de Lars von Trier, una de Paul Thomas Anderson y una de Ki-duk Kim. ¡Carajo! Además las nuevas instalaciones de El Cinito están de lujo: pantallota, buen sonido, aire acondicionado, gradas y cafetería; lo mismo que en las plazas comerciales pero en chiquito y de entrada libre y gratuita.
—¡Sopas! Está genial, además la banda que llega a El Cinito siempre es buena onda y fomenta el intercambio de opiniones, dando importancia a la expresión de lo que la obra cinematográfica generó en todos y cada uno.
—Por eso, dile a ese bato. Bueno, hay que correr la voz porque la neta vale mucho la pena. Y espérame pero permíteme, en marzo, a propósito del centenario del natalicio de Akira Kurosawa, van a poner una muestra panorámica y cronológica de la obra del maestro japonés.
—¡Qué bonito hablas Gelsomina!
—No es como lo digo, sino lo que digo. Es como en el cine, al final importa más el contenido que la forma. Eso también es prioridad en El Cinito.Gelsomina convenció a Cristina, ésta invitó a Sebastián. Falta ver si éste tiene la voluntad para pensar y ser diferente. Si quieren conocer y comprobar que las chicas lindas también pueden ser cultas e inteligentes, así como que los prejuicios caen, pero sobre todo, si quieren ver, oír y hablar buen cine, no dejen de ir a El Cinito.
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